El telefono


Ese aparato que muy útil resulta a veces y que muchas otras me genera esas malditas ansiedades mientras espero que la persona que dijo “te llamo” me llame finalmente, no es que me llamen muy seguido, tampoco es que me agrade sobre manera hablar por teléfono, es solo que cuando dicen “te llamo” y no llaman, me empiezo a desesperar.

Es como cuando me dicen que nos juntemos a una hora determinada, espero que sea a esa hora, tal vez a guante un par de minutos de retraso, hasta 30, el punto que con el teléfono es diferente, solo dicen “te llamo”, a veces es un “te llamo en la tarde” o “te llamo mañana”, y uno espera, deja de salir por si acaso lo llaman y se preocupa de estar en la casa, y si me dejan esperando me termino molestando por que me hicieron perder el tiempo por nada.

Que pasó, pasó que me dijo “te llamo a la noche a tu casa”, son las 12:08, y no llamó, hace dos días también dijo que me iba a llamar y tampoco lo hizo, de hecho tragándome mi orgullo llamé a su celular y no contestó. Asumiré que mas que un te llamo esta vez es un “no me llames, no quiero hablar contigo”.

P.D.: Quizás no escuchó el teléfono, pero no se eso fue hace rato lo hubiese visto y habría llamado de vuelta, yo por mi parte haré caso de la indirecta y simplemente no llamaré mas.