Cuento Zen


Un hombre que caminaba por un campo se encontró con un tigre. Echó a correr con el tigre pisándole los talones. Al llegar a un precipicio, se agarró a la raíz de una enredadera y quedó colgando sobre el vacío. El tigre le husmeó desde arriba. Temblando, el hombre miró hacia abajo, donde otro tigre le esperaba para devorarle. Solo le sostenía la enredadera.

En ese momento, dos ratones, uno blanco y otro negro, comenzaron a roer poco a poco la enredadera. El hombre vio una exquisita fresa cerca de él. Sosteniéndose con una mano, arrancó la fresa con la otra. ¡Que sabor tan dulce tenía!

Paul Reps, Zen flesh, Zen bones