Reutilización


Seis de la tarde de un día de otoño, un cielo anaranjado, manchado de algunas nubes rosadas, restos de la última lluvia, Javier conduce su camioneta General Motors Pick Up C10 modelo Apache del ‘63 por las calles de la ciudad, al doblar la esquina se detiene, tal como lo pensó al levantarse en la mañana, y ver el sol entrar por la ventana de su dormitorio en el segundo piso del galpón donde tiene su taller, y que por las noches es también su garage, éste sería un buen día, en medio del sitio baldío, una montaña de oro espera por quien será su nuevo dueño, Javier baja de su camioneta y se dirige a cobrar lo que se ha ganado por medio del esfuerzo, y de los litros de bencina quemados por su fiel corcel, saca su armadura e combate de las alforjas de su corcel y de apresta a recoger su tesoro. El cielo ya esta pasando del morado al negro cuando por fin el hidalgo da por terminada la tarea, tira los guantes de cuero de burro en la parte de atrás de la camioneta y se dirige a su taller con su cargamento de palos y tablones para ser procesados y convertidos en las sillas y mesas que todos los sábados y domingos vende en el persa Bio-bio.