Los estereotipos


Muchas veces me han preguntado cómo me gustan las mujeres, la verdad es que es una de esas preguntas que nunca respondo, no porque me moleste o algo así, sino que por el simple hecho de que no tengo un estereotipo claro del que tipo de mujer me gusta, claro que hay cosas que si me gustan y de las que podría hacer una lista, como por ejemplo:

-Las morenas sobre el resto.

-Las morenas de ojos claros.

-Las minas flacas

-Las mujeres inteligentes

-Mientras mas freak mejor para mi

-Que tenga cara de “soy la niña más dulce del mundo”

-O que tenga cara de “estoy planeando alguna maldad”

-Etc. etc.

La lista sigue y sigue, son muchos detalles pero no son máximas, bueno, algunas no, pero siempre me fijo en ese tipo de niñas mas por una cosa inconciente que por el simple hecho de saber que son ese el tipo de chicas que me gusta.

Por otro lado la respuesta a la pregunta de cómo me gustan las chicas generalmente termino respondiéndola con un: “te puedo decir cómo no me gustan

Y esta es otra lista que se trastoca en algunos puntos con mis reglas:

-Sin hijos (me cargan los niños)

-Que sepa hablar (no me agradan las Shilenas, ni que me hagan Dentrar a la casa)

-No recuerdo que me haya gustado nunca una chica con exceso de peso

-Que no le guste leer

-Que vea el mekano y cosas así

-Que tengan problemas con los permisos (si, aun estoy en edad de andar con chicas que piden permiso)

-Que traten a todo el mundo de amor, corazón o sobrenombres varios que mas suenan a alguien que encontraras en una feria libre vendiendo papas (sin animo de discriminar, solo trato de ser objetivo)

Etc. etc.

Bueno en vista de que ya he aclarado la duda del millón, o al menos he dado un pequeño atisbo de cómo pintan las cosas.

Y de pasada les dejo de regalo la foto de arriba, una mina que a mi parecer es perfecta o al menos físicamente, además del hecho de haberse declarado hedonista hace muchos años atrás.

Esas comparaciones odiosas


Que molesto es cuando alguien dice “te pareces caleta a (insertar nombre random aquí)”, o cuando llega un cura’o y te pone un nombre X por que según su percepción alterada de la realidad te pareces a alguno de sus amigos de niñez.

A mi personalmente me carga que me comparen con otra gente, partiendo por los amigos de mi hermano que siempre me decían “Nelson chico”, siguiendo con mis parientes paternos y sus continuos “Es igual al papá” o “es una fotocopia de Nelson padre”, y así un montón de gente siempre dispuesto a hacer comparaciones con alguien a quien conozcan.

Pero de todas esas comparaciones, las que más detesto son las del tipo, “siento que soy igual a ti” o “nos parecemos caleta en eso”, cual es el afán de la gente de buscar validación en otros por medio de la comparación, si no pueden llevar sus propias vidas, que busquen ayuda profesional, pero a mi no me vengan a comparar con ellos, porque generalmente cuando lo hacen generan una gran diferencia entre ellos y yo, los empiezo a odiar, lo bueno es que siempre mantengo las normas políticas adecuadas y evito recalcarles en sus caras lo desagradables que me resultan esos comentarios.

Como consideración me parece apropiado no hacer ese tipo de comentarios con nadie, sobre todo si no lo conozco hace más de 5 años y así evito invadir el espacio de las demás personas.

Volviendo a la rutina


Hoy día empecé de nuevo con mi vida normal, fui a la U a conversar con mis compañeros sobre el encargo de taller, renovar la credencial de biblioteca y buscar una lijadora orbital para lijar la escalera.

Aproveché de hablar con profesores y alumnos acerca de proyectos externos a la U y después fui a dejar unos papeles al Golf.

Las cosas vuelven a seguir el curso habitual que tenían, supongo que me tendré que olvidar del relajo de las vacaciones y empezar mas duro este año que se viene difícil, lo bueno es que tengo dos días libres a la semana.

Lo malo es que no tengo con quien “malgastarlos”.

Los hechos acaecidos en el verano y que salían de la rutina habitual supongo que solo quedaran como eso, cosas del verano.

Bueno esa es la rutina…